Nuevamente se presenta un retraso con la revista, esta vez el tiempo en familia y la dedicación a otros proyectos. En este número saldrá una entrevista a Gladys Mendía donde le pregunto sobre el equilibrio entre el trabajo y la familia, algo de lo que hablan todo el tiempo los emprendedores. Gladys menciona que gracias al apoyo de su esposo ha logrado crecer profesionalmente.
Por mi parte me encuentro contrariado en dos posiciones. Primero no creo que exista un punto de equilibrio definitivo, pues de alguna forma la balanza siempre va a inclinarse en un sentido u otro.
Pero reflexiono en una idea que escuchara en internet hace unos días sobre bloquear el tiempo y poner límites para cuidar el tiempo, aunque a las personas ansiosas nos cueste realizar ambas cosas (cuidar nuestro tiempo y poner límites). 
En concreto la vida tiene un límite de tiempo, por lo tanto es coherente que nuestros primeros límites sean de tiempo. Definir con conciencia el tiempo que vamos a dedicar a cada cosa que amamos y que es importante para nuestra vida, eso incluye trabajo, pasión y familia.
Pero cuidado, algo que sabemos (o intuimos) es que a nadie le gusta que le pongan límites, por esto al momento de ponerlos siempre se producirá una fricción con los demás, y algunas veces vamos a caer mal. Sin embargo la vida nos sigue enseñando que es saludable proteger nuestro tiempo y dedicarlo a lo que amamos.
Mi primer límite del día es no hacer nada extra, para proteger el espacio para culminar la edición de la revista, jugar con las niñas y acompañarlas mientras hacen sus deberes escolares.